La adquisición de la operadora de cable podría acarrear despidos de un 21% de la plantilla de Vodafone.
Tras adquirir la operadora de cable Ono, la empresa británica Vodafone anunció esta semana que inició un procedimiento de despido colectivo que podría afectar a hasta 1.300 trabajadores de su plantilla en España.
De concretarse el anuncio, representaría el despido del 21 por ciento de la plantilla de 6.000 personas que mantiene la teleoperadora inglesa en España.
La empresa anuncio a través de un comunicado de prensa que el procedimiento forma parte de la reestructuración para completar la integración a Vodafone del grupo de cable Ono, adquirido hace más de un año por cerca de 7.200 millones de euros (alrededor de 10.100 millones de dólares).
Esperanzas fallidas
Cuando ocurrió la compra, Vodafone había señalado que esperaba que la administración de Ono se mantuviera y se convirtiera en una “parte integral de los equipos de administración local, enfocado en banda ancha, telefonía y televisión de pago en los negocios de la empresa”.
A partir del 1 de septiembre la empresa comenzará un periodo de consultas con los representantes de los trabajadores.
“Entre los motivos (…) se incluyen, además de las redundancias generadas por la integración de ambas organizaciones, la caída de ingresos y de ambas compañías en los últimos años, acompañada de una fuerte inversión en redes de nueva generación”, dijo Vodafone.
Ono cubre unos 7.2 millones de hogares, que es casi el 41 por ciento de casas en España, ofreciendo velocidades de banda ancha y servicios de TV pagada.