Las tiendas que, actualmente, no disponen de comercio electrónico o sitios web van quedando fuera del radar de los consumidores.
Por Carlos Sepúlveda
Gerente de proyectos Empresas Tuxpan
El comercio electrónico está creciendo rápidamente a nivel global. Chile no se queda atrás de este fenómeno.
Según datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL) a diciembre de 2016 los accesos a Internet, fijo y móvil, alcanzaron los 15,3 millones.
Con ese dato, entonces, se concluye que la penetración de Internet alcanzó 84 por cada 100 habitantes y que el 81,2% de los accesos a Internet son móviles.
En otro frente y según la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), en Chile hay actualmente casi cinco millones de compradores online habituales, que gastan en promedio 740 dólares al año en sus compras por esta vía.
Y es el mismo organismo el que afirma que, del universo de chilenos conectados a Internet, el 80% representa el consumo privado.
En algunas categorías del retail, por ejemplo, más del 70% de los consumidores toma sus decisiones de consumo en Internet, para luego adquirir en una tienda física el producto seleccionado.
Puntos ciegos
Las tiendas que no disponen de comercio electrónico o sitios web van quedando fuera del radar de los consumidores, formando parte de lo que la CCS ha denominado como el “punto de ciego” de los compradores, es decir, nunca se enteran y cada vez les interesa menos la oferta de esos comercios.
Según estimaciones del Centro de Economía Digital de la misma Cámara de Comercio de Santiago, menos del 5% del pequeño comercio ha despegado su presencia de ventas en canales online.
Eso, en algunas categorías especialmente en el área de bienes durables, les está dejando fuera del radar de los consumidores que cada vez más adoptan el hábito de tomar decisiones de compra basados en la oferta disponible en la web.
De acuerdo a las últimas estimaciones de la CCS las ventas del Comercio Electrónico entre enero y marzo de 2017 llegaron a US$ 864 millones, equivalente a un alza de 30% respecto a igual período del año anterior.
La proyección para el año 2017 sería de US$3.700 millones, representado un incremento de un 20% anual.
Cambio generacional
Es claro: estamos en presencia de una generación de jóvenes que utilizan las nuevas tecnologías en su vida cotidiana, que se comunican y establecen relaciones de forma virtual.
Son jóvenes sin barreras geográficas: el mundo es su aldea.
Por otra parte, la bancarización también llegó a este grupo por medio de herramientas que les permiten disponer de dinero en forma electrónica.
Las tarjetas de crédito y débito son su billetera. Estos jóvenes disponen de un smartphone para acceder a este mundo virtual y una billetera electrónica que les permite adquirir productos y servicios sin límites geográficos.
Es decir, la demanda está y crece rápidamente.
Entonces, empresarios y emprendedores tienen la oportunidad de subirse a este carro y debe ser ahora.
Ventana de oportunidad
El comercio electrónico no tiene límites geográficos, los consumidores son globales, los medios de pagos electrónicos están creciendo y se está trabajando en la legislación para la incorporación de las tarjetas de prepago, lo cual dará un nuevo impulso a este mercado.
Las compañías de logística han desarrollado mejores servicios que permiten la seguridad y calidad de los despachos.
Las redes y servicios de Internet han ampliado su capacidad, ofreciendo mayor cobertura y ancho de banda.
El mercado entrega distintas y diversas alternativas de procesamiento de pagos online.
Es tiempo de aprovechar la oportunidad.