La psicología especifica al yo o ego (del latín), como la unidad dinámica que erige el individuo consciente de su propia identidad y de su relación con el medio; como punto de reseña de todos los fenómenos físicos, psíquicos y por ende cubre todos los aspectos laborales de un departamento de sistemas.
Crear un clima laboral positivo y productivo requiere un claro equilibrio del EGO, entre personas que fueron educadas en una ciencia “oculta” para el resto de la sociedad, “la tecnología”.
Es tan importante la consideración del EGO de un CIO en un departamento de sistemas, que me animo a decir que es la herramienta más importante con la que cuenta un “hacker” para realizar un ataque exitoso.
Es necesario trabajar el EGO en todo el departamento de sistemas, y sin dudas los ejercicios creativos son la fuente más útil para transformar las limitaciones que surgen del Yo individual de cada individuo en una identidad colectiva capaz de pensar como una entidad unificada.
Cultivar la humildad, trabajar el perdón, permitir una comunicación fluida de doble vía en todo el grupo, armoniza a los equipos humanos, potencia el talento y permite mejorar sensiblemente la productividad y por ende la competitividad del departamento de sistemas y de toda la empresa.
Saber delegar es un acto de confianza, que fortalece el Yo del subordinado y potencia el desarrollo de los proyectos, el CIO que no delega y pretende opinar e interactuar en todo, es sin duda un inepto que no está preparado para el desafío.
En las relaciones humanas suelo decir que tenemos dos orejas y una boca, por lo cual lo correcto es escuchar el doble de lo que hablamos, en un equipo de trabajo para gerenciar correctamente hay que dedicar un porcentaje importante del tiempo a escuchar a los subordinados.
El CIO que descalifica a un individuo o a una idea de forma verbal y explicita, contrariamente a lo que cree, no ejerce su poder solo expresa su impotencia por no saber gerenciar, cuando realizo ejercicios de “brainstorming” con un equipo de trabajo, estimulo las ideas y aplaudo las ideas “utópicas” o “sin sentido”, por que son ellas precisamente las disparadoras de las grandes ideas.
Nada es más importante que tener un equipo tan confiado en el comando de un CIO que sea capaz de expresar hasta una idea tonta, por que es la única forma de alcanzar el máximo potencial creativo de los individuos y demuestra que el CIO “escucha”.
El verdadero valor de las empresas está dado por la suma de los IQ de todos sus empleados, y administrar inteligencia en una empresa requiere, ductilidad para manejar los egos de las personas y lograr que evolucionen espiritualmente para crear un ámbito productivo que sea un verdadero motor de innovación.
Marcelo Lozano
Director CIO América Latina